9/23/2006
Las Fotos de Pedro Genaro
Estas hermosas fotos junto a las palabras y pensamientos de Pedro, están en www.pedrogenaro.blogspot.com
Esta foto del atardecer con cúmulos de nubes es una de mis favoritas. Me recuerda al vuelo de Icaro.
Esta foto del atardecer con cúmulos de nubes es una de mis favoritas. Me recuerda al vuelo de Icaro.
9/21/2006
Retracción del Tímpano
Fuimos anoche. Luego de encontrarnos con Caonex Peguero en el Foyer, a quien admiro tanto y que -por supuesto- no me reconoció porque por el simple hecho de que yo lo admire no significa que él sepa quien soy. Y sé que le sorprendió que además lo saludara como quien lo conoce muy bien. Pienso en qué hace que se aleje de ese violín que le escuché tantas veces en la iglesia, como a Vilma el piano mientras le daba clases a Karine. Así nos ubicamos en la Fila L, asiento 10 y 11, Máximo y yo. Los mejores asientos de todo el Teatro. Felicito a mi amigo Yuan Eu por la selección tan exquisita. Asientos centrales, con la elevación adecuada para ver a partir de cuando el horizonte del escenario empieza a sembrarse de intérpretes. Nuestras butacas se arropan en medio de la concavidad que disemina la música de nuestra maravillosa Orquesta Sinfónica. Somos Venus naciendo del pincel de Boticelli. No hace falta ser sonidista para enterarse de que estábamos en la gloria.
Esperábamos con cierta nerviosa anticipación la llegada del invitado Eldar Nebolsin, afamado pianista, para inaugurar la temporada sinfónica con el concierto No. 1753, llamado "Todo Mozart", dedicado a la memoria de Rafael Villanueva. Y al menos yo, también esperaba ver a Iván del Prado en acción, luego de ciertas referencias.
No sé si les he comentado que sufro de una leve retracción del tímpano en ambos oídos, lo cual sólo se agravará con el tiempo. Es un problema genético. Todos en mi familia hablan tan alto debido a que son incapaces de escucharse a sí mismos o escuchar correctamente puesto que sufren de esta misma dolencia. Tímpanos retraídos provocan oír muy alto sonidos perfectamente modulados. Cuando me hallo en el gimnasio, por ejemplo, soy incapaz de entender en detalle las órdenes de mi instructor puesto que el murmullo general o la música de fondo me lo impiden, entonces debo atender al movimiento para seguir la clase. No estoy sorda, gracias a Dios, pero tengo un Aleph en los oídos, escucho todo al mismo tiempo y mi sentido, a pesar de ser bastante aguzado, me entrelaza cada mínimo sonido en un gran barullo cuando se encuentra a expensas de muchedumbres. Además, ésto me permite escuchar a la distancia perfectamente un mínimo movimiento, como el roce de la ropa que una dama a diez metros hace al cruzar las piernas. Puedo incluso, sin temor a equivocarme, señalar a la persona. Sin embargo, eso de que tengo "oído de tísico", como se diría en el Cibao, a veces, en vez de causarme placer, me provoca aprensión.
Obertura de la ópera "La Flauta Mágica". Excelente. Creo que los silencios musicales ejecutados por del Prado fueron muy pronunciados y estoy casi segura de que no era el deseo de Mozart que se alargaran tanto. Debo confirmarlo escuchando otras ejecuciones. Si bien es cierto que los silencios en la música son de libre interpretación, también es cierto que el sentido común que dicta el diálogo entre instrumentos me dice otra cosa respecto a esta pieza. Y aunque parece contradictorio, me doy cuenta de que del Prado me va a gustar mucho, primero por su gran parecido con Pedro Almodóvar, segundo porque tiene sangre en las venas, dulzura en sus movimientos (parece un bailarín mientras gesticula) y, por último, porque cada miembro de la orquesta es importante para él: los señala por separado con su mano libre, les sonríe si se deleita en lo que escucha, les indica sin batuta e indica el tempo sin ninguna clase de ego personal. Le deja a la batuta el orden numérico del solfeo y a la mano la calidez de la dirección. Así debería de ser siempre. Un humilde humano privilegiado por dirigir algo que excede su propia existencia. Mi problema fundamental con los directores como el gran Maestro Piantini colinda entre su gran ego y mi gran intolerancia para con su gran ego. Del Prado fue, en todo momento, cálido, versátil y humano.
Llega Nebolsin. Aplausos de bienvenida. Pasamos al primer movimiento del concierto No. 13 en Do mayor para piano y orquesta, K. 415 (387b) . (Allegro) Es casi el final y pienso "¡qué decepcionante!" El sonido que menos me agrada del piano es cuando los dedos atropellan el marfil y éste a su vez casi choca con su vecino haciendo la experiencia en el teclado poco placentera. Así toca mi primita, como si sus manos le importaran más que la pieza en sí. Yo no quiero escuchar la tecla martilleando, yo quiero escuchar el sonido que ella provoca al vibrar. Le atribuyo mi decepción a la retracción de tímpano. Segundo movimiento (Andante) Y entonces me doy cuenta, estoy exenta de pecado puesto que Nebolsin se supera a sí mismo, se esmera en los sonidos andantes, su fuerte es lo casi imperceptible, no hay presencia humana en la caja de piano, sólo hay ángeles alabando a Dios. Entonces lo reivindico en mi interior y le doy el primer real aplauso. El tercer movimiento (Allegro) nuevamente excelente. Se termina el concierto No. 13 y ya me siento flotar. Al parecer, en el inicio estuvo nervioso. El hombre es realmente joven y prodigioso además que me encantó escucharlo hablar muy suavemente en español. Sus dedos son una bendición porque para tocar la 13 hay que tener pantalones. Luego se sienta a deleitarnos con una sonata, que aún debo averiguar cuál es (ya saben que tengo dislexia con los nombres). Y cuando termina, entonces respiro. Lo despedimos con un gran aplauso.
Intermedio. Humanidad aglomerada para salir como si les molestara quedarse en la nube por tanto tiempo. ¿Por qué carajo la gente no se aquieta? ¿Por qué han tosido tanto? ¿Por qué soy tan jodona e intolerante? ¿Por qué se mueven en sus asientos? ¿Por qué huyen de sus pensamientos? ¿Por qué, en vez de definitivamente apagar sus celulares o ponerlos en modo de vibración, los ponen en tonos bajos que puedo perfectamente escuchar? La gente es imprudente...si me dejaran sola en este cielo. Intercambiamos impresiones de lo escuchado, no de lo que estoy pensando. Máximo hace sus chistes, yo casi me ofendo sin que él se dé cuenta porque sigo inmersa en Mozart y no tiene sentido volver a este siglo, a esta butaca que cruje demasiado, al choque de mi codo con el de la señora que respira ruidosamente a mi izquierda. ¡¡¡QUIERO QUE LLEGUE EL CONCIERTO NO. 35!!! Se lo digo a Máximo para llenar el vacío del tiempo. Le digo, además, que es uno de mis favoritos y se lo repito y, para arrugar los minutos, le digo que me encantó del Prado. Le digo que lo que viene es muy bueno y que sé que me va a gustar mucho. Porque nosotros no sabemos mucho de las cosas que ama el otro, por eso nos vamos informando. El permanece en sus chistes así que miro fijamente el escenario y lo encuentro tan rojo, como si la música recién tocada desangrara lo corpóreo. A nadie alrededor genuinamente le importa como le importa a Pavle Vujcic (Concertino, Primer Violín de la OSN), que duró un ratito en su butaca, acariciando su violín como si también se desangrara. Pavle siempre me luce tan cansado. Si él supiera cuánta felicidad me ha dado todos estos años quizá lo estuviera menos. Ojeo el Programa y le digo a Máximo que me gustaría venir el 27. A ver si programamos esa excursión, diletantes.
Finalmente llega y me arrebata. No por nada el primer movimiento se toca Allegro con Spirito. La ausencia del piano que se llevaron durante el intermedio me agrada. Casi aplaudo cuando se lo llevaron. Nada personal. La saturación de violines me lleva lejos y muevo la cabeza involuntariamente, mi pecho sube y baja, veo que Del Prado es genuino. Cada uno de los movimientos del #35 es perfecto. Cada uno tan lejos del otro y sin embargo se pertenecen. Andante, Menuetto, Presto....Quiero toser como la gente imprudente pero me aguanto las ganas en honor de la pieza. No quiero que termine pero termina justo en el cuarto, como debe ser, como cada vez. Y luego de los aplausos, toso a rienda suelta, el encendido de la luz indica salida. 10:05 pm. 10:25 pm cuando Máximo abre con la llave nuestra casa y todavía no he llegado a mi cuerpo cuando allá en el fondo de la cavidad auditiva escucho arriba y abajo el arco contra las cuerdas de decenas de violines y violas.
9/20/2006
Ghada Amer
Me gustan las sorpresas. Más que cualquier cosa, me gustan las que se dan en la plástica.
Aquí les dejo con una sorpresita que encontré recientemente.
Aquí les dejo con una sorpresita que encontré recientemente.
Yuan mandó este enlace: Dome Improvement (Why are IQ test scores rising around the globe?)
http://www.wired.com/wired/archive/13.05/flynn_pr.html
Yuan envió este enlace: The Future of the American Workforce in the Global Creative Economy
http://www.cato-unbound.org/2006/06/04/richard-florida/the-future-of-the-american-workforce-in-the-global-creative-economy/
Yuan mandó este enlace
The Forger Who Fooled The World by Frank Wynne
http://www.telegraph.co.uk/arts/main.jhtml?xml=/arts/2006/08/05/bavermeer.xml
http://www.telegraph.co.uk/arts/main.jhtml?xml=/arts/2006/08/05/bavermeer.xml
Yuan escribió: The Expert Mind
Mis estimados,
Desde hace mucho tiempo que me ha parecido fútil la fascinación por el genio o talento “natural”… El portentoso “don divino” o “regalo de la naturaleza” con el que los genios han sido bendecidos provoca, claro, admiración y maravilla. Nada discutible. Pero, yo admiro también, si no es que más, al ser humano que lucha, se esfuerza, y dedica de lleno su energía y corazón a mejorarse, y a llegar por esos medios a producir resultados similares o superiores a los dichosos ejemplos de “accidentes afortunados de la naturaleza” que nacieron con sus super talentos o genios.
En el caso que nos ocupa del gran Capablanca y el ajedrez, el ejemplo su sucesor Alekhine presenta claramente un contraste. Por su extraordinaria voluntad, esfuerzo, pasión y amor por su arte, Alekhine sobrepasó los límites a los que llegó Capablanca, sin poseer, quizás, todo el talento/genio natural de Capablanca. El gran maestro checo Salo Flor cuenta que el amor y dedicación de Alekhine por el ajedrez era tal, que lo encontró frecuentemente en las estaciones de trenes, allá en los años 30, con un pequeño ajedrez magnético analizando posiciones, mientras esperaba por la llegada del tren.
No es ningún secreto que otros de los más grandes de toda la historia profesaron semejante devoción y dedicación a su arte: el gran Akiba Rubinstein, Mikhail Botvinnik, Bobby Fischer, y hasta Garry Kasparov.
Pecándome de atrevido por opinar en un área del que no soy un experto, creo que en la música podemos encontrar una comparación parecida entre Mozart y Beethoven: la extraordinaria voluntad, pasión y amor por su arte de Beethoven, venciendo todos los obstáculos que encontrara en su vida (incluso su sordera), llevándolo a revolucionar la música, me llega mucho más hondamente que el extraordinario genio natural de Mozart.
¿Es el resultado en sí mejor por el mero hecho de que la persona que lo produjo sea un “genio natural” y no tuvo que invertir mucho esfuerzo en producirlo, en comparación con el mismo resultado alcanzado por otro “mero mortal”, que en base a su dedicación y esfuerzo pudo alcanzar la misma hazaña? Obviando las posibles consideraciones económicas de costos/beneficios que no tienen nada que ver con los provechos o bondades en sí del resultado final, la respuesta me parece que es un simple no. Yo personalmente disfrutaría exactamente igual el oratorio “El Mesías”, tal como lo produjo el genio de Haendel guiado por “la inspiración divina” en solo 14 días, que si lo hubiese compuesto algún otro mortal en seis meses. Es la misma comparación que hace ya unos años me hice cuando leí un comentario sobre una jugada de ajedrez en un libro sobre Bronstein: el autor, una autoridad, afirmaba que esa jugada se merecía doble signo de admiración (excelente) aún sea que haya sido el resultado de un tedioso análisis anterior, sin ser producto de la inspiración espontánea sobre el tablero. Yo sencillamente me pregunté: ¿realmente habría alguna diferencia? Es decir, ¿tendría más efecto esa jugada si fuese producto de la inspiración improvisada sobre el mismo tablero al momento de la partida en marcha? La respuesta obvia para mí era un no.
Este tema tiene importancia por cuanto hace unos años no era infrecuente para mí escuchar a jóvenes jactarse de que ellos no estudiaban, ni se preparaban para las partidas. La contrapartida similar existía entre los estudiantes de colegios o universidades. En la mayoría de los casos esto era, claro, incierto, pero era obvia la fascinación por el “genio o talento natural” y el deseo de aparentar poseerlo. A parte de lo ridículo, esto era claramente negativo: aún fuesen realmente genios naturales, si en adición a esa condición se dedicaran a estudiar, profundizar sus conocimientos y a pulir sus talentos, ¿cuánto más no lograrían alcanzar en la vida?
Les dejo esta opinión y el interesante artículo siguiente, esperando que algunos se animen a ofrecer sus impresiones y opiniones.
Abrazos,
Bye - Yuan
http://www.sciam.com/article.cfm?chanID=sa006&colID=1&articleID=00010347-101C-14C1-8F9E83414B7F4945
Desde hace mucho tiempo que me ha parecido fútil la fascinación por el genio o talento “natural”… El portentoso “don divino” o “regalo de la naturaleza” con el que los genios han sido bendecidos provoca, claro, admiración y maravilla. Nada discutible. Pero, yo admiro también, si no es que más, al ser humano que lucha, se esfuerza, y dedica de lleno su energía y corazón a mejorarse, y a llegar por esos medios a producir resultados similares o superiores a los dichosos ejemplos de “accidentes afortunados de la naturaleza” que nacieron con sus super talentos o genios.
En el caso que nos ocupa del gran Capablanca y el ajedrez, el ejemplo su sucesor Alekhine presenta claramente un contraste. Por su extraordinaria voluntad, esfuerzo, pasión y amor por su arte, Alekhine sobrepasó los límites a los que llegó Capablanca, sin poseer, quizás, todo el talento/genio natural de Capablanca. El gran maestro checo Salo Flor cuenta que el amor y dedicación de Alekhine por el ajedrez era tal, que lo encontró frecuentemente en las estaciones de trenes, allá en los años 30, con un pequeño ajedrez magnético analizando posiciones, mientras esperaba por la llegada del tren.
No es ningún secreto que otros de los más grandes de toda la historia profesaron semejante devoción y dedicación a su arte: el gran Akiba Rubinstein, Mikhail Botvinnik, Bobby Fischer, y hasta Garry Kasparov.
Pecándome de atrevido por opinar en un área del que no soy un experto, creo que en la música podemos encontrar una comparación parecida entre Mozart y Beethoven: la extraordinaria voluntad, pasión y amor por su arte de Beethoven, venciendo todos los obstáculos que encontrara en su vida (incluso su sordera), llevándolo a revolucionar la música, me llega mucho más hondamente que el extraordinario genio natural de Mozart.
¿Es el resultado en sí mejor por el mero hecho de que la persona que lo produjo sea un “genio natural” y no tuvo que invertir mucho esfuerzo en producirlo, en comparación con el mismo resultado alcanzado por otro “mero mortal”, que en base a su dedicación y esfuerzo pudo alcanzar la misma hazaña? Obviando las posibles consideraciones económicas de costos/beneficios que no tienen nada que ver con los provechos o bondades en sí del resultado final, la respuesta me parece que es un simple no. Yo personalmente disfrutaría exactamente igual el oratorio “El Mesías”, tal como lo produjo el genio de Haendel guiado por “la inspiración divina” en solo 14 días, que si lo hubiese compuesto algún otro mortal en seis meses. Es la misma comparación que hace ya unos años me hice cuando leí un comentario sobre una jugada de ajedrez en un libro sobre Bronstein: el autor, una autoridad, afirmaba que esa jugada se merecía doble signo de admiración (excelente) aún sea que haya sido el resultado de un tedioso análisis anterior, sin ser producto de la inspiración espontánea sobre el tablero. Yo sencillamente me pregunté: ¿realmente habría alguna diferencia? Es decir, ¿tendría más efecto esa jugada si fuese producto de la inspiración improvisada sobre el mismo tablero al momento de la partida en marcha? La respuesta obvia para mí era un no.
Este tema tiene importancia por cuanto hace unos años no era infrecuente para mí escuchar a jóvenes jactarse de que ellos no estudiaban, ni se preparaban para las partidas. La contrapartida similar existía entre los estudiantes de colegios o universidades. En la mayoría de los casos esto era, claro, incierto, pero era obvia la fascinación por el “genio o talento natural” y el deseo de aparentar poseerlo. A parte de lo ridículo, esto era claramente negativo: aún fuesen realmente genios naturales, si en adición a esa condición se dedicaran a estudiar, profundizar sus conocimientos y a pulir sus talentos, ¿cuánto más no lograrían alcanzar en la vida?
Les dejo esta opinión y el interesante artículo siguiente, esperando que algunos se animen a ofrecer sus impresiones y opiniones.
Abrazos,
Bye - Yuan
http://www.sciam.com/article.cfm?chanID=sa006&colID=1&articleID=00010347-101C-14C1-8F9E83414B7F4945
Mario manda estas fotos
pedrito,
he visto el blog que tienes, y verdaderamente que las fotos que vas sacando son tremendas...
ojalá podamos dar cuerpo a ese proyecto que se nos ha ocurrido de hacer una exposición conjunta con fotos de naturaleza viva.
por mi parte te diré que mientras más fotos saco, más me entusiasma la idea de dedicar más tiempo al pasatiempo y convertirlo (casi) en oficio.
abrazos,
mario
p.s. te envío un par de imágenes que he tomado recientemente en un viaje a la región de toscana, y otras de roma y el vaticano.
he visto el blog que tienes, y verdaderamente que las fotos que vas sacando son tremendas...
ojalá podamos dar cuerpo a ese proyecto que se nos ha ocurrido de hacer una exposición conjunta con fotos de naturaleza viva.
por mi parte te diré que mientras más fotos saco, más me entusiasma la idea de dedicar más tiempo al pasatiempo y convertirlo (casi) en oficio.
abrazos,
mario
p.s. te envío un par de imágenes que he tomado recientemente en un viaje a la región de toscana, y otras de roma y el vaticano.
Yuan escribió
El Greco ha sido desde hace mucho uno de mis favoritos. Sus obras “El Espolio” y “El entierro del Conde de Orgaz” tenían una presencia central e impresionante en las páginas satinadas a colores dedicadas a las artes visuales universales del viejo Larousse que teníamos en casa desde que yo era un pre-adolescente. Modigliani, por el contrario, me llegó muchos años más tarde.
El reconocido oftalmólogo Dr. Federico Lithgow me contó ya hace unos años, a propósito de mi propio astigmatismo, que la causa de las figuras alargadas de ambos maestros se debía a que padecían de ese defecto visual. Realmente no había tenido la oportunidad o curiosidad de verificar esto hasta ahora, y por lo menos encontré este enlance que confirma el caso de El Greco (http://es.wikipedia.org/wiki/El_Greco#Su_trastorno_visual).
Reciban por ahora mis abrazos, y seguimos luego….
Yuan
El reconocido oftalmólogo Dr. Federico Lithgow me contó ya hace unos años, a propósito de mi propio astigmatismo, que la causa de las figuras alargadas de ambos maestros se debía a que padecían de ese defecto visual. Realmente no había tenido la oportunidad o curiosidad de verificar esto hasta ahora, y por lo menos encontré este enlance que confirma el caso de El Greco (http://es.wikipedia.org/wiki/El_Greco#Su_trastorno_visual).
Reciban por ahora mis abrazos, y seguimos luego….
Yuan
Modigliani, Giacometti
Hablando de conmover. Les cuento que la primera vez que vi la película "Modigliani" fue hace un mes, aproximadamente, y me conmovió hasta la médula. La vi una segunda vez por elección (eso no ocurre con mucha frecuencia y no significa que la película sea buena, ¿alguien podría comprender?). Pues empezaron a irritarme los saltos de edición y las malas interpretaciones de personajes tan críticos dentro de la historia como el de Picasso (un actor llamado Omid Djalili, que probablemente sea muy bueno, no creo haber visto nada suyo, pero aquí #$%^&), que ya me interrumpieron cierto deleite la vez primera, pero que en una segunda ocasión se me presentan como un ajeno tic nervioso. Sin embargo, nuevamente me sentí maravillada gracias a la excelente entrega de una bellísima Elsa Zylberstein (quien hace una perfecta Jeanne); y a que, a pesar de que Andy Garcia no tiene el perfil de lo que yo considero un buen actor, me presentó a Modigliani un poco como yo lo siento: tan atropellado, tan hermoso y tan ingenuo. Le faltó la vivacidad que le atribuyo a Modigliani y entiendo que ahí se enredó bastante en la caracterización. Siempre hay algo falso en la entrega de Andy Garcia que hace sus papeles poco creibles. Humildemente opino que lo eligieron por su parecido físico y por ser latino.
Por cierto, nunca habíamos hablado de él ni de Giacometti (de Modigliani, digo). Siento una especial fascinación por las figuras elongadas. No sé si se deba a las primeras imágenes que me enamoraron de la plástica, como en las del arte egipcio, El Greco, el abuso de objetos intrigantes y puntiagudos en el Bosco, por supuesto Dalí y los citados anteriormente. Con Modigliani me sacudo y me enternezco, como si montara columpios y mi mente de niña jugara a las sensaciones con el viento. Igual cada vez. Agitada y feliz. Mi archivo mental lo ubica junto a Tamara de Lempicka, aunque nada tienen en común, salvo por algún erotismo inusual; me corrijo, nada tienen en común. Cuando lo pienso, me rio ¿porqué degenero en de Lempicka? No logro saberlo.
De cualquier manera, acerca de Giacometti (que tiene de todo, no únicamente figuras alargadas) les diré que me pasó similar a "Noche estrellada" de van Gogh, en el mismo MoMA: lloré. Simplemente no lo pude evitar. Pero fue un llanto diferente. Mientras que con van Gogh fue de sorpresa, de recibir bendición, de acción de gracias; admito que con Giacometti fue de rabia, de envidia, lágrimas expiando la maldad interior que le tenía de años atrás, llanto de impotencia puesto que él ya había hecho en 3D lo que yo dibujaba incesantemente antes de conocerlo y lo había realizado nada menos que medio siglo antes. Eso nunca se aparta de mi mente, la vívida impresión de que no hay nada original en mí, que mi sustancia está habitada de ideas repetidas y el resto es desechable. Eso y la certeza de que no sé hablar, a pesar de que lo hago en exceso (me disculpo por mis excesos de los cuales ustedes son víctimas permanentes). Es que mi mente teje una intrincada idea a la que mis labios no tienen acceso. Ellos hablan cosas vanales. Me parece que nunca estarán de acuerdo y moriré sin que nadie me conozca, ni siquiera quienes me acompañan de cerca.
Reciban con mi fuerte cariño, una reverencia, amigos y hermano diletantes,
Por cierto, nunca habíamos hablado de él ni de Giacometti (de Modigliani, digo). Siento una especial fascinación por las figuras elongadas. No sé si se deba a las primeras imágenes que me enamoraron de la plástica, como en las del arte egipcio, El Greco, el abuso de objetos intrigantes y puntiagudos en el Bosco, por supuesto Dalí y los citados anteriormente. Con Modigliani me sacudo y me enternezco, como si montara columpios y mi mente de niña jugara a las sensaciones con el viento. Igual cada vez. Agitada y feliz. Mi archivo mental lo ubica junto a Tamara de Lempicka, aunque nada tienen en común, salvo por algún erotismo inusual; me corrijo, nada tienen en común. Cuando lo pienso, me rio ¿porqué degenero en de Lempicka? No logro saberlo.
De cualquier manera, acerca de Giacometti (que tiene de todo, no únicamente figuras alargadas) les diré que me pasó similar a "Noche estrellada" de van Gogh, en el mismo MoMA: lloré. Simplemente no lo pude evitar. Pero fue un llanto diferente. Mientras que con van Gogh fue de sorpresa, de recibir bendición, de acción de gracias; admito que con Giacometti fue de rabia, de envidia, lágrimas expiando la maldad interior que le tenía de años atrás, llanto de impotencia puesto que él ya había hecho en 3D lo que yo dibujaba incesantemente antes de conocerlo y lo había realizado nada menos que medio siglo antes. Eso nunca se aparta de mi mente, la vívida impresión de que no hay nada original en mí, que mi sustancia está habitada de ideas repetidas y el resto es desechable. Eso y la certeza de que no sé hablar, a pesar de que lo hago en exceso (me disculpo por mis excesos de los cuales ustedes son víctimas permanentes). Es que mi mente teje una intrincada idea a la que mis labios no tienen acceso. Ellos hablan cosas vanales. Me parece que nunca estarán de acuerdo y moriré sin que nadie me conozca, ni siquiera quienes me acompañan de cerca.
Reciban con mi fuerte cariño, una reverencia, amigos y hermano diletantes,
Yuan Eu escribió
“…. In recent years, a number of Rembrandt’s works have been cleaned, in some cases with surprising results—as when the Night Watch was revealed as a daylight scene.”
Bueno, esto suena realmente muy interesante y es una infomación totalmente nueva para mí. Aún recuerdo perfectamente cuando leí de niño en el Listín Diarlo, en el año 1975, la noticia del destrozo de dicha obra maestra en manos de un desquiciado mental. Rembrandt, por su parte, había llegado a mis conocimientos unos años antes cuando leí de niño, aún en Taiwán, en una revista una biografía suya con ilustraciones a colores de sus obras maestras. Entre ellas estaba naturalmente la famosa “Ronda Nocturna”. Afortunadamente para la humanidad, la obra pudo subsecuentemente ser restaurada.
Abrazos,
Bye - Yuan
http://www.artnewsonline.com/issues/article.asp?art_id=2087
Bueno, esto suena realmente muy interesante y es una infomación totalmente nueva para mí. Aún recuerdo perfectamente cuando leí de niño en el Listín Diarlo, en el año 1975, la noticia del destrozo de dicha obra maestra en manos de un desquiciado mental. Rembrandt, por su parte, había llegado a mis conocimientos unos años antes cuando leí de niño, aún en Taiwán, en una revista una biografía suya con ilustraciones a colores de sus obras maestras. Entre ellas estaba naturalmente la famosa “Ronda Nocturna”. Afortunadamente para la humanidad, la obra pudo subsecuentemente ser restaurada.
Abrazos,
Bye - Yuan
http://www.artnewsonline.com/issues/article.asp?art_id=2087
9/19/2006
Gustav Schwab
redactó con magistralidad un libro publicado en el 1946, llamado "Dioses y Héroes: Mitos y Relatos Epicos de la Antigua Grecia" ("Gods and Heroes: Myths and Epics of Ancient Greece"). Para aquellos que estén interesados el ISBN es 0-394-41834-4 y el número de tarjeta en el Catálogo de la Biblioteca del Congreso es 47-873. También me he enterado que Amazon -por donde lo compré hace muchos años a un precio escandaloso- lo vende actualmente entre sus libros usados por US$0.49. Una ganga para tan exquisita joya. El libro es eso, el relato de la mitología griega, curiosamente hilvanado. Digo lo de curioso por que debemos recordar que toda la mitología nos llega de segunda mano, rota, deshilachada, unida más que por unidades de tiempo, por relaciones entre los dioses y los héroes, donde se supone que la línea temporal la establecen las familiarizaciones entre ellos. Pues Gustav puso manos a la obra y la organizó bastante bien, dentro del orden en el que la conocemos pero con giros más objetivos como poner la historia de "Dédalo e Icaro" más de cinco capítulos antes de la de "Teseo". Me parece haberlas escuchado juntas, por lo que los une: la historia del minotauro. Luego de leer la obra, me doy cuenta de que el orden lógico es el de Gustav Schwab y no el que he conocido hasta ahora.
Les invito a leerla. Está en inglés y mucho me gustaría descubrir si existe una versión en español, puesto que me apasiona desde que tengo 10 años, la misma obra, las mismas historias que cuenta.
Abraham Maslow
"Cuando la única herramienta que tienes es un martillo, todos los problemas empiezan a parecer clavos".
JT LeRoy
sírvanse encontrar este mes en la maravillosa revista The Paris Review, la entrevista con JT LeRoy, "el famoso escritor" que creó tanta confusión acerca de su identidad y a quien todos creian transexual. Su identidad ya fue revelada como Laura Albert.
Para quienes no sepan de qué les estoy hablando, la historia es la misma de Mary Evans bajo el pseudónimo de George Eliot y Aurore Dupin como George Sand. La diferencia es el morbo o, mejor dicho, el montaje publicitario bajo el cual estuvo envuelta Laura Albert.
Aún no he tenido el placer de leer sus libros pero mucho conozco de su obra, por lo que he hallado diseminado en la web. "Harold's End" parece el favorito de muchos.
Para quienes no sepan de qué les estoy hablando, la historia es la misma de Mary Evans bajo el pseudónimo de George Eliot y Aurore Dupin como George Sand. La diferencia es el morbo o, mejor dicho, el montaje publicitario bajo el cual estuvo envuelta Laura Albert.
Aún no he tenido el placer de leer sus libros pero mucho conozco de su obra, por lo que he hallado diseminado en la web. "Harold's End" parece el favorito de muchos.
9/18/2006
Continúan los dimes y diretes entre González de Alba y Poniatowska
Leer último escrito al respecto de González de Alba
http://www.letraslibres.com/index.php?art=11482
Leer del caso en etcéter@
http://www.etcetera.com.mx/pag13ne67.asp
http://www.letraslibres.com/index.php?art=11482
Leer del caso en etcéter@
http://www.etcetera.com.mx/pag13ne67.asp
Los hechos de Fahrenheit 9/11
están citados en orden en:
http://www.michaelmoore.com/books-films/f911reader/index.php?id=16
¡Disfruten!
http://www.michaelmoore.com/books-films/f911reader/index.php?id=16
¡Disfruten!
Michael Moore
puede ser un maldito loco, al menos tiene el aspecto propio para ser sujeto de tal sustantivo; pero sus documentales son un buen filete al carbón: sustanciosos, sin aditivos, digeribles. Los puedes ver incesantemente. Mi personal favorito es Fahrenheit 9/11. No es que no me guste Bowling for Columbine, pero todavía el primero citado es de lujo. Yo me pregunto si será cierto que él ha investigado lo suficiente como para darse el lujo de decir todas las verdades que dice sin que lo puedan refutar. Al menos a mí me parece veraz y no por nada muestra documentos. Sin pecar de bruta, imagino que sus documentos deben ser tan reales como para que él los saque a la luz pública. Yo me pregunto si Bush padre, no así el hijo que todos sabemos que nada tiene dentro de ella, no querrá comerse su propia cabeza en respuesta. Yo me pregunto lo que siempre me he preguntado desde que mi corazón rechazó a Reagan hasta que se convirtió en una norma con cada Republicano electo, ¿cómo es que una sociedad que se cree tan grande como para invadir, pisotear y ordenar en casa ajena no hace lo propio con la suya?
Hay que recordar los orígenes del partido. Hay que recordar quienes lo mantienen vigente. Hay que recordar que para autodenominarse conservador se requiere de mesura (dentro de la medida apropiada, dice la definición de conservador), de moral y de ejemplo propio. Ningunas de las anteriores son las cualidades del actual sistema gubernamental de los Estados Unidos de América, o mejor dicho, de su presidente y su gabinete.
Hay que recordar los orígenes del partido. Hay que recordar quienes lo mantienen vigente. Hay que recordar que para autodenominarse conservador se requiere de mesura (dentro de la medida apropiada, dice la definición de conservador), de moral y de ejemplo propio. Ningunas de las anteriores son las cualidades del actual sistema gubernamental de los Estados Unidos de América, o mejor dicho, de su presidente y su gabinete.
9/16/2006
Cuando puedan...
Los invito a visitar mi blog en www.pedrogenaro.blogspot.com y aquí les traigo de muestra esta foto de helechos tocados por el sol de la mañana, mientras otros helechos rojos se mantienen en la penumbra.