7/28/2005

Efecto Dominó

Cuando Inglaterra devolvió Hong Kong recientemente a la China, empezó la verdadera revolución económica en este vigoroso pero evidentemente pobre pais. Recuerdo haber leido un artículo que publicara el mismo Paul Krugman un poco antes de que este hecho aconteciera acerca de cómo China gobernaba el mundo gracias a su hegemonía sobre el mercado de los granos. Para entonces, la crisis asiática arrojó su efecto dominó sobre todos los paises del mundo y de la misma manera, el mercado de granos del cono Sur se reactivó dándole cierta participación al de los Estados Unidos, quienes cabe informar sólo tienen una moneda fuerte -más debido a su política opresora para con los paises de tercer mundo puesto que su participación en la producción mundial es muy baja y, por lo general, ellos mismos la devoran-.

Desde que soy madre, veo películas por pedazos. El otro día ví un trozo de una película que verdaderamente me conmovió. Me parece que era francesa y trataba acerca de la despedida junto con sus amigos de un enfermo terminal. El decía que había caido en el escalón más bajo del ridículo cuando conoció a una muchacha preciosa en China y para acercarse a ella le habló de la maravilla que le parecía el que ella hubiera sido testigo de la Revolución Cultural. Ella le respondió, con lágrimas en los ojos que se la había pasado lejos de su familia alimentando cerdos en una granja en lo que cualquier país del mundo llamaría ¨trabajos forzados¨. Esta partecita del diálogo me atrajo lo suficiente como para encontrarme con mis propios sentimientos encontrados acerca de la China y su historia puesto que yo soy parte de las personas del mundo a quien el culto hacia Mao y su propaganda de equidad han mantenido por un lado hechizadas por todo lo que representa: cierto estándar de decencia en el mundo capitalista e imperialista en que vivimos pero que por otro lado han demolido debido a los horrores que, igual a toda tiranía, se suscitan.

Hoy en día, y gracias a su árduo trabajo, la República del Pueblo de China se siente reafirmada, con buen pulso, asustando al gran tirano de los Estados Unidos que todavía utiliza métodos arcáicos al pretender poner como requisito para la firma del tratado de ¨Libre¨ comercio el prohibirnos a nosotros la República Dominicana que mantengamos contactos comerciales con la República de China. A ver si nuestra agenda de integración se afila y terminamos por darnos cuenta de qué representa este ¨pequeñísimo¨ acápite del tratado.

7/16/2005

The Interpreter

En sentido general, yo me siento feliz y orgullosa de ser humana y de haber nacido dominicana (aunque a alguno que otro diletante prefiera hablar de ciudadano del mundo); pero me avergüenzo de las incoherencias y el poco deseo de cambiar las cosas que tenemos los que pertenecemos a la raza humana, incluyéndome. Me parece que esta condición es como el círculo mismo de la vida: perpetuo, agotador, trillado...

Recientemente, mientras veía la película de Nicole Kidman y Sean Penn, La Intérprete, tuve la misma sensación de impotencia que cuando pertenecí a proyectos financiados por organismos internacionales: ¿Cuánto hay aquí de ganas verdaderas de cambiar las cosas? ¿Cuánto hay de mera diplomacia? ¿Cuánto hay de hipocresía porque lo que verdaderamente se busca es una fuente de ingresos indirectos? ¿cuánto legado queda en resultados cuantificables y exponenciales? ¿Cuánto es real? ¿Cuál es el aporte? ¿Qué deben devolver los “beneficiados”? ¿Hay realmente “beneficiados” del altruismo o sencillamente “pobres comprometidos”?

Puedo extender este cuestionario infinitamente pero lo que sí aprendí de cambiar las cosas es que ninguna política de cambio funciona hasta tanto la instrucción moral, académica y espiritual se siembran en el hombre y eso sólo se logra con la educación, con la crianza. De vuelta al tema de siempre ¡Salud, diletantes! A ver quien desea ser el próximo en postear aquí.

7/01/2005

La promesa de un espacio

Mis queridos diletantes:

Este espacio lo separé para nosotros y no se lo debemos a ningún banco. Lo único que se exige es postear algunas palabritas de vez en cuando para que no nos quiten el techo y se lo den a alguien que lo necesite más que nosotros. Ya saben, nuestras discusiones ahora tienen un hogar; igual que Yuan, que me hace mucha falta en Santo Domingo, y, a pesar de que no nos veiamos con tanta frecuencia, el solo hecho de saber que ahora vive a cuatro horas me consuela menos.

Todos pueden postear sus inquietudes. Quisiera que este espacio se llenara de mitología de color pastel de aves autóctonas revoloteando sobre los bombardeos de la segunda gran guerra que se libra desde el nuevo gobierno en el Vaticano, rodeado de playa y de cerebro.

Como siempre, las mujeres preocupadas por el hábitat...y este es el nuestro. ¡Bienvenidos, diletantes!