7/01/2005

La promesa de un espacio

Mis queridos diletantes:

Este espacio lo separé para nosotros y no se lo debemos a ningún banco. Lo único que se exige es postear algunas palabritas de vez en cuando para que no nos quiten el techo y se lo den a alguien que lo necesite más que nosotros. Ya saben, nuestras discusiones ahora tienen un hogar; igual que Yuan, que me hace mucha falta en Santo Domingo, y, a pesar de que no nos veiamos con tanta frecuencia, el solo hecho de saber que ahora vive a cuatro horas me consuela menos.

Todos pueden postear sus inquietudes. Quisiera que este espacio se llenara de mitología de color pastel de aves autóctonas revoloteando sobre los bombardeos de la segunda gran guerra que se libra desde el nuevo gobierno en el Vaticano, rodeado de playa y de cerebro.

Como siempre, las mujeres preocupadas por el hábitat...y este es el nuestro. ¡Bienvenidos, diletantes!

2 Comments:

Blogger YEL said...

Mis estimados,

Gracias a Láura por haber creado este espacio que nos hacía falta. Espero que esto se pueda convertir en un registro de nuestras conversaciones que trascienden el espacio, la distancia, y el tiempo (ya que no están limitadas por el tiempo inmediato disponible, como suceden con las conversaciones reales en persona). También, que todos pongamos un esfuerzo para habituarnos a entrar aquí con regularidad y exponer nuestras inquietudes.

Ayer me pasó un pequeño episodio que me hizo recordar algo del que cada vez más tomo consciencia. En mi nueva casa temporal, el desorden no está ausente, y el calor es casi omnipresente. Los ocasionales insectos visitantes tampoco es un fenómeno extraño, dado lo nuevo de la construcción, y su proximidad a un campo cubierto de gramas. En la mañana, durante el ajetreo y la prisa por salir a la oficina, una polilla estaba estacionada frente a una ventana cerrada, esperando por alguna oportunidad para salir. Desde hace ya mucho tiempo que siento respeto por toda clase de vida, por lo que deseaba abrir la ventana para que la visitante pudiera salir libremente. El tiempo era apremiante, por lo que decidí aplazar la acción hasta la hora del almuerzo. Tristemente, la pequeña visitante de "especie inferior" no aguantó, y para cuando llegué para el almuerzo ya había fallecido.

Una polilla viva más o una menos no hace ni Ji no Ja al mundo terrestre, y mucho menos al espacio infinito de todo el universo. Pero, sí sentí una tristeza por la partida de una vida, cuya finalización quizás pude haberla aplazado. El hecho es que con todas estas discusiones que hemos sostenido de los bombardeos, genocidios, y ahora con los terroristas suicidas, a veces perdemos de poner en su verdadera perspectiva lo invaluable de la vida. En un fenómeno "milagroso" la naturaleza (si es que deseamos excluir a DIOS de esto) hizo que de la materia inerte se formaran seres animales que con el tiempo han evolucionado a un nivel que podamos, los humanos, disfrutar del don de la consciencia, de los sentimientos, de la inteligencia, etc. Del instinto primitivo de la autoconservación, y del egoísmo por la supervivencia personal, hemos podido evolucionar hasta poseer el sentimiento de pertenecia a una comunidad, del altrísmo y del amor desprovisto totalmente de egoísmo e interés. Algo realmente milagroso. Así, encuentro absolutamente invaluable la vida.

Unos meses atrás fui testigo de un instante que para mí fue una revelación: cuando le pregunté a mi sobrinita de menos de un año si sabía de algo (no recuerdo exactamente ahora qué era) ella de repente me contesta con un "yo no se". Estaba revelando por primera vez su asombrosa naturaleza humana, con su inherente capacidad de consciencia, de poder asimilar un concepto abstracto, que en este caso era el de tener o no un conocimiento. Una capacidad realmente asombrosa y extraordinaria, que entre todas las formas de vidas que conocemos, los humanos somos los únicos privilegiados en poseerla.

En la escena inicial de la película "Saving Private Ryan" de Spielberg, sobre el asalto a la playa Omaha del día D de la invación de Normadía, y vemos esa cantidad inmensa de vidas jóvenes acercándose indefensamente a su muerte, y si lo compamos al extraordinario esfuerzo que, por ejemplo, se realiza en una sala de emergencia de un hospital para tratar hasta el último recurso de salvar a una vida, una sola, se nos hace tan palpable lo ridículo y absurdo de las guerras. Desde pequeño, ese contraste entre la forma como se pierden impotentemente las vidas en las guerras, en cantidad mayúscula, y el esfuerzo extraordinario que diariamente hacemos por preservarla, siempre me pareció algo incomprensible.

Bueno, dejo este tema abierto, para seguir en otro momento, que ahora en este Café Internet de Bávaro, con un bar al lado y una bocina con bachatas a altos decibeles, no puedo realmente concentrarme bien. Espero que los demás dilatantes se animen a participar en nuestras "conversaciones" en este nuevo escenario.

Abrazos,

Bye - Yuan

14 julio, 2005 21:48  
Blogger Laura Yosiam said...

Gracias, Yuan, por tus consideraciones acerca de la vida. A veces me choca esa clase de incoherencias humanas. Por ejemplo, desde que tengo uso de razón, he asistido a iglesias cristianas y no cristianas en busca de Dios. En el paso por iglesias cristianas, específicamente, me he sorprendido al observar que hay un dejo de menosprecio por la vida animal, sobre todo, por aquellos que pertenecen a la raza de insectos. Si creen que es sólo una percepción mía, favor revisar algunos aprendizajes que deben de registrarse en la memoria subconsciente de cada uno: los animales fueron puestos por Dios para que el hombre se enseñoreara sobre ellos, constantes afirmaciones de la inferioridad de la raza animal, de cómo no tienen alma ni intelecto, el hombre es la creación suprema, bla, bla, bla, bla. ¡Qué poco cuidado al estudiar la Biblia! Si llegáramos a observar, nos diéramos cuenta de que Dios mandó a colocar dos ejemplares (macho y hembra, específicamente) de cada especie animal en el Arca y que, empero, no le tembló el pulso para extinguir a toda la humanidad salvo a Noé y su familia (que si mal no recuerdo, estaba compuesta sólo por ocho integrantes, incluyendo a Noé y su esposa). Aquí volvemos a la cuestión de las religiones. Pasé por la escuela budista de Nychiren Daishonin en donde se habla de un respeto fraternal hacia a las razas animales, fraternal=hermandad. Aunque no practico el budismo y SI practico el cristianismo; recuerdo con amor lo que aprendí en esa escuela de la materia y estructura universal y que, para sorpresa de todos, debe quedar claro que la Biblia lo explica igual: a) todos estamos hechos esencialmente de los mismos compuestos; b) tal como es arriba, es abajo (la cuestión de los microcosmos y cómo todo gira alrededor de las mismas estructuras y ejes -átomos-) y c) así como hagas, te será hecho. Consideraciones de jerarquía y orden para después.

16 julio, 2005 03:19  

Publicar un comentario

<< Home