1/22/2006

Sacándole provecho al tiempo muerto necesario

La experiencia personal me dice que una persona moderna promedia pasa un tiempo importante de su vida diaria transportándose entre su hogar y su lugar de trabajo. Treinta minutos hasta más de una hora por día, no es una rareza, contando la ida y la vuelta, y multiplicándose esos viajes por 2 en los casos de las personas que pueden ir a sus hogares para el almuerzo. En mi caso actual, el trajín durante los días laborables es ahora menor, “solo” 5 minutos x 4 = 20 minutos por día; aún así un buen tiempo. Sin embargo, el gran tiempo de tedio llega los fines de semana, cuando necesito invertir la friolera de 2:20 a 3:00 horas, 2 veces, para transitar entre Bávaro/Punta Cana y Santo Domingo.

¿Qué hacer para “aprovechar” ese gasto de tiempo necesario? En mi caso particular, desde hace muchos años los CDs de música han venido en mi auxilio para paliar el tedio de esas horas. El reproductor de CD de mi vehículo ha sido el responsable del “estreno/premier” de muchos CDs, muchas veces con piezas musicales completamente nuevas para mí. Allí fueron “estrenados” algunos de los CDs de Enya, Loreena McKennit (hoy precisamente compré un nuevo CD de esta autora), y de Vangelis, de la onda de “New Age”. Del repertorio clásico, la gran mayoría de mis CDs de ese género ha visto su primera reproducción en mi auto. Las últimas semanas he descubierto la gran belleza, un poco ajena previamente a mí, del repertorio pianístico de los grandes románticos Schumann, Chopin, Liszt, y claro Beethoven. También Scriabin y Rachmaninoff. Por allí tengo, entre otros del género que seguramente seguirán llegando, un CD de la gran pianista argentina Martha Argerich interpretando 2 preciosas obras del genio de Schumann: Kinderszenen (Escenas de la Infancia) y Kreisleriana. Otro del gran intérprete Vladimir Horowitz, con un compendio de diversos autores, que me abrió el apetito por este género hace poco más de un mes. Otro más con algunos de las sonatas para piano más conocidas de Beethoven, interpretados por Vladimir Ashkenazy. También estrené recientemente un CD de su Sinfonía Pastoral (6ta.), que debía tener como 6 años desde la última de vez que la escuché en reproducción, en formato de cassette. Un impresionante reencuentro. Cuando entro en contacto con Beethoven, usualmente no dejo de maravillarme, y de sentirme renovado, contagiado por su imensa fe por la humanidad.

Dicho esta especie de “confesión”, deseo ahora compartir una inquietud con los apreciados diletantes: Estoy deseoso de explorar el terreno de los audio-libros. Creo que uno pudiera también aprovechar esas horas para entrar en contacto con los grandes de la literatura. Así, me gustaría que los demás se decidieran a compartir su parecer o experiencia en este sentido. ¿Alguien tiene experiencia previa con los audio-libros, con obras de la gran literatura? En este mismo tenor, ¿qué otros medios utilizan para "paliar o matar" el tedio de esos largos momentos muertos? Apreciaría sinceramente cualquier opinión o comentario al respecto.

Abrazos,

Bye - Yuan

1/08/2006


Comenzando el año con la alegría de amar a Jesús, con el propósito de brindar esa alegría a los demás y no quedármela dentro.

Aquí les mando nuestra tarjeta navideña, para aquellos que no la recibieron.

Máximo José y Julián Arturo están grandes y brillan cada vez más. Quiero compartir con ustedes, amigos diletantes; la dicha perfecta, el privilegio y la responsabilidad de ser madre a tiempo completo.

Dios les bendiga,

Laura