La feria del libro

viene dedicada a Argentina y ya Maria Kodama pasó. Mierquina. Me la perdí. Eso nunca me sucedió antes. Pero, pensándolo mejor, fui a todas las que ella impartió con anterioridad y no sentí nada nuevo, así que probablemente sobrevaloro su presencia en dominicana. Es muy probable que me esté pasando lo que cuando conocí a Hamilton o a Felipe de España o a todo el que he conocido que tiene un nombre grande: absolutamente nada; excepto por unas manos inusualmente suaves y una fragancia tan leve. Si no está la chispa en los ojos y la calidez en el alma, no me pasa nada. Aunque un príncipe me saque a bailar...una y otra vez, nada.

Voy mañana a lo de los "borgeanos" para ver si descubrieron la infinitésima cosa que yo no haya descubierto acerca de Borges. Sé que suena cínico...lo lamento.